Ese es el olor que deja la vela perfumada que tengo en mi habitación. Ni siquiera hace falta que la encienda, su simple presencia es más que suficiente.
Sí, es una foto muy cutre, lo sé, pero era por animar un poco esto. Para los que no me sigáis en Twitter, debéis saber que lo que hay en la esquina superior izquierda es una de las esquinas de mi póster de la película Sherlock Holmes: Juego de sombras; un poco más a la derecha se extiende mi preciosa bandera de Irlanda, y finalmente a la derecha, un magnífico (y digo magnífico porque lo es) póster de cartulinas verdes que hice en tributo a John Mayer y su canción/asociación Another kind of green.
Pues nada, aquí estoy perdiendo el tiempo para variar. Hoy no tengo nada especial que contar (que escriba todos los días, no significa que lleve esto como un diario; significa que estoy ilusionada y que dentro de poco lo dejaré).
Quizás hoy quiera hablar de recuerdos, que es lo último en lo que pensé anoche antes de dormir (sí, es que ya no puedo sacarle más "jugo" a mis fantasías sexuales) y es también lo que me ha estado persiguiendo todo el día. Recuerdos con una persona en concreto. Con una amiga vaya. Lo cierto es que no acabamos muy bien, y me he estado preguntando si ella se acordará de mí, y si lo hace, si es con el mismo asco con el que yo recuerdo a otras muchas personas. Me ha dado bastante pena pensarlo, pero me ha dado más pena aún cuando me he puesto a martirizarme mirando en el baúl de los momentos bonitos (es como cuando uno está triste y se pone una canción lastimera, pues eso). Para posibles aludidas, id haciendo una cola, porque soy una persona tan rematadamente horrible en las relaciones sociales que podéis ser varias las candidatas, aunque yo sólo esté pensando en una.
El caso es que a raíz de eso, también me he estado planteando los giros bruscos que da la vida. No te da vértigo cuando la vida cambia radicalmente, no. El vértigo y, la mayoría de las veces, las náuseas, te dan cuando miras atrás y te preguntas "¿Cómo he llegado aquí?". O bueno, no, eso no te lo planteas, eso es una obviedad. Más bien te llegas a preguntar "¿Aquello pasó de verdad?" (también puedes cuestionarte el presente, si es que es muy absurdo, pero eso es una absurdidad en sí misma, porque es evidente que lo estás viviendo). Y finalmente, llega la tan temida pregunta de "¿Cambiaría/Borraría algo de ese pasado?". Pues depende. Si estás robando a niños para chutarte, probablemente lamentes ese momento en que tus "amigos" te dieron a probar; pero si no, si estás de puta madre, o estás medianamente bien, lo suyo es responder que no. Muchas cosas pudieron haberse hecho de mejor manera, pero eso va a ocurrir siempre. Y como somos animales de costumbres, y cargamos con ese dicho de que "tropezamos dos veces con la misma piedra", seguro que si se nos planteara la misma situación, volveríamos a caer. De hecho, ya lo hacemos. Yo me miro a mí misma y veo que he intentado cambiar mi punto más flaco y aún sigo marcada por él; también conozco un par de mujeres viudas por dos veces... y así un largo etcétera.
También, para no deprimirse mucho, es bueno intentar relacionar cosas buenas del presente con cosas malas del pasado, es decir, que hayan sido fruto de eso. Los cristianos lo llaman "cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana"; los supersticiosos, "una de cal y otra de arena"; y los frikis, "seis grados de separación de Kevin Bacon". No me lo había planteado hasta ahora, lo confieso, soy muy de dar consejos que luego no me aplico. En fin, dudo que lo haga.
P.D.: Se me ha ocurrido añadir una nueva sección a esta parte de abajo: "Sentencia", así, como la parte final de los epinicios de Píndaro, allá cuando los Griegos (bueno, tendré que alardear de conocimientos mientras me acuerde de lo que he estudiado, ¿no?).
P.D.2: Me encanta la sección de Estadísticas de Blogger. Puedo ver tantas cosas sobre vosotros... pero por favor, haceos notar, no va a pasaros nada. Ni siquiera hace falta que firméis con vuestros nombres, si es eso lo que os echa para atrás. Un comentario, porfaplís, que es graaaatis.
P.D.: Se me ha ocurrido añadir una nueva sección a esta parte de abajo: "Sentencia", así, como la parte final de los epinicios de Píndaro, allá cuando los Griegos (bueno, tendré que alardear de conocimientos mientras me acuerde de lo que he estudiado, ¿no?).
P.D.2: Me encanta la sección de Estadísticas de Blogger. Puedo ver tantas cosas sobre vosotros... pero por favor, haceos notar, no va a pasaros nada. Ni siquiera hace falta que firméis con vuestros nombres, si es eso lo que os echa para atrás. Un comentario, porfaplís, que es graaaatis.
~~
Suena: Crazy Loop, de Crazy Loop (este hombre es Dan Balan antes de renegar de su homosexualidad y convertirse a la comercialidad porque vende más).
Estoy: En proceso de ponerme a hacer un comentario de texto de Historia.
Sentencia: "Quien no da un proverbio, no llega a viejo", proverbio español (bueno, llamarlo "proverbio" suena pretencioso siendo español. Vamos a dejarlo en "refrán").
Sentencia: "Quien no da un proverbio, no llega a viejo", proverbio español (bueno, llamarlo "proverbio" suena pretencioso siendo español. Vamos a dejarlo en "refrán").
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Me dejas un comentario? ¿Xí? ¡Gracias!