Odio a muerte a las lolitas del tipo Nabokov. Aún no he terminado el libro. La de la cabecera no soy yo. Esto no es un cursi-blog, ni un diario, es mi liblog...

29 abr 2012

Más de lo mismo

¿Se puede usar a Blogger con función tipo metalinguística, es decir, utilizarlo a él mismo para hablar de él mismo? Es que, la interfaz nueva, aparte de parecerme una gran m*****, es incómoda, con fallos sólo admisibles en una edición beta, y tocapelotas, para qué voy a ser más suave. Los que me siguen por Twitter (sígueme aquí) ya me han escuchado quejarme de ella un par de veces. Por no mencionar que no puedo modificar la entrada sin saberme de memoria el menú de opciones de edición, porque la maldita entrada se pone por encima y no se ve. En fin.

También sigo poniendo cositas aquí al lado del grueso del blog, mayormente copiadas de mis otros blogs, como lo de "A qué me dedico", y no pensaba modificarlo pero, por difícil que me resulte de creer, maduro. Sí, es algo extraño, porque el día de hoy siempre me veo suficientemente madura, y luego resulta que mañana tengo que reprenderme por semejante idiotez... por cierto, madurez significa aprender a tragar (véase el mal sentido si se quiere), y creo que hay personas capaces de cambiar el mundo, pero sería mucha casualidad ser una de ellas (vamos, como esto de que es más fácil que te caiga un rayo encima que que te toque la lotería).

Creo que Blogger ha recibido mis quejas lanzadas al aire (Twitter mayormente) y ha decidido solucionarme el problema. Guay. Me recuerda un poco a ese poder anónimo del que habla Kafka en El castillo o El proceso (libro que me compré el Día del Libro y tengo para leer este verano).

Por cierto, este tatuaje es bonito, de los menos horteras y nacionalistas que he encontrado en Internet:


Vuelvo a hablar de Bachillerato para reiterar mi pena porque se acabe, aunque los pitonisos auguren una época mucho mejor. Supongo (porque no estoy del todo segura aunque ahora sí lo sienta) que echaré de menos los exámenes de poco temario, los profesores que se saben tu nombre y te dicen "bien hecho", las clases tan ilustrativas...

De repente, la inspiración ha volado... poca cosa que decir. Sigo con la escenografía y tramoya del blog, sin haber empezado la redacción de Francés y esperando a las 00:45 a que empiece en Antena 3 la película de Por el honor de mi hija. Volveré pronto con más noticias.

P.D.: Es lo que tiene irse a cenar en pleno arrebato inspiracional, que se te va.

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Suena: La mariconada de 1, 2, 3, 4, de Plain White T's.
Estoy: A punto de empezar la maldita redacción, ¡lo prometo!

Igualdad

"Cuando se rían de ti por ser diferente, ríete tú de ellos por ser todos iguales"

"Todos somos iguales"

"Yo SÍ soy diferente"

(Joder [nada como empezar una entrada con una buena palabrota], yo quería alternar frases de igualdad y no igualdad, pero no se me ocurren muchas más cosas).

En fin, así, por citar unas cuantas. ¿En qué quedamos? ¿Somos iguales? ¿No lo somos? ¿Lo somos cuando les interesa a los demás? O peor, ¿lo somos cuando nos interesa a nosotros?

Me costó varios años más allá de la infancia enterarme que yo había sido la marginada del grupito, aunque al menos lo demás hicieron que se notara poco (supongo que dentro del bichismo [del castellano "bicho"] que les caracteriza a ese tipo de gente, les quedaba algo de humildad niñil [del castellano "niño"], ese niño que no obra con maldad premeditada, o ese algo de lo que Nietzsche reivindicaba para el Súperhombre, o cualquier mierda así). El caso es que, un año más tarde, me satisfizo bastante darme cuenta que el haber sido un bicho raro era cuestión de la que sentirse orgullosa, y eso es lo que he pensado hasta hace poco, cuando me he dado cuenta de que los bichos raros ya no somos raros porque somos muchos. Quizás seamos más que el resto de los normales, o el resto del "pueblo, rebaño" que decía Nietzsche (perdonad las continuas referencias, me examino de él el próximo Jueves). Así es que, este es un llamamiento a todos esos niñatos y niñatas, especialmente adolescentes, que se creen diferentes, y por ello especiales: no lo sois en absoluto. Sois tan iguales entre vosotros como los otros entre ellos, o de una manera más horrenda si cabe porque pecáis de pretenciosidad.

Eso por una parte. Por la otra, continúo con el interrogante. Yo no creo en la igualdad, no sólo porque es evidente que nadie cree en ella y por eso no la vemos, sino porque no existe. No, no somos iguales, ni tenemos las mismas posibilidades, ni podemos hacer las mismas cosas, ni optamos a lo mismo. Es evidente, por mucho que se empeñen en negarlo (y debido a que la libertad de expresión tampoco existe, evitaré entrar en politiqueo, etc.). Así que, queda respondido el interrogante.

Cambiando de tema, ¿he mencionado ya que soy estudiante de Humanidades? Bueno, técnicamente me quedan un par de meses para pasar a estar en tierra de nadie (ese vacío existente entre el final del instituto y principio de la Universidad), pero debo decir que me voy más que orgullosa, habiendo descubierto mi vocación. Es decir, toda mi vida he tenido el privilegio de saber lo que me gustaba y lo que el destino tenía pensado para mí (no como esa gente que se mete en Sociales por meterse en algún lado), lo típico de "soy de letras", pero digamos que gracias a que he tenido, especialmente, una gran profesora en concreto, he encontrado la certeza de que algo te puede gustar de verdad. Y también me voy habiendo conocido esa cosa que te atormenta si en el futuro tu vida no te llena, el "ojalá hubiera hecho esto o aquello"; sin embargo, creo que mi vida será... buena. Quiero decir que es poco probable que me arrepienta en algún momento de lo que pienso hacer. Y ya no sé por qué estaba yo diciendo esto... ah, bueno, creo que quería contextualizar un poco. La canción de la que he hablado antes y que da nombre a este blog, Don't stand so close to me, me gusta especialmente porque el profesor es de Latín.


Joder, cómo voy a echar de menos el Latín y el Griego... (parezco Holden Caulfield de El guardián entre el centeno con tanto "joder").

Y ya que saco el tema, este... no sé, creo que mañana por la noche en Canal Sur a las 00:45 echan Por el honor de mi hija, una de estas películas malillas de 2ª que tengo ganas de ver desde hace mucho tiempo (reto a cualquiera a que adivine por qué), pero entre que es de estas raras de encontrar y las descargas directas están jodidas vivas desde que el maldito FBI cerró Megaupload, pues la di por perdida. Se me olvidará verla, dadlo por hecho.
Deberíais ver esto, a propósito del tema. Son las dos cosas que más me gustan hecha una:


En momentos de enajenación mental, me daba por pensar que quizás "yo" sí tenía algo de diferente, pero es obvio que no cuando encuentro material de mis más perversas fantasías para saciar mis frustraciones. Eso significa que hay diez mil millones de enfermos más sentados a sus pantallas como yo. Y lo juro por Zeus, me gustaría conocerlos a todos. 

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Suena: Leave me alone, de Arsenium.
Estoy: Meditando.

Prólogo (como todo buen liblog ha de tener)

Bueno, pues aquí va la primera entrada de este blog. No creo que haga falta presentaciones: los que me conocen, no las necesitan, y los que no me conocéis, ya me iréis conociendo.

También los que me conocen saben que soy mala de cojones (ups, ya no estamos en horario infantil, ¿no?) para mantener un blog, y no creo que este sea distinto, así que no tengáis grandes expectativas porque probablemente lo abandone dentro de poco.

Vale, no es la mejor manera de empezar, la verdad es que no, pero es la que se me va ocurriendo sobre la marcha. Tampoco es que sea tan pesimista ni tan monotemática como acostumbro a pintarme, ni siquiera como parezco a primera impresión. Ya se irá viendo.

Y por cierto, el título es una adaptación de esa estrofa de Don't stand so close to me de The Police:

"Just like that old man in
that book by Nabokov"

Aludiendo de nuevo a los que me conocen, saben de esos fetiches extraños y degenerados que tengo, uno de ellos bien recogido en esa canción (y no pienso hacer más explícito, me gustaría poder volver por aquí), así que usaré con frecuencia el título del blog, y en negrita verde, por darle un poco de dinamismo a esto, y me añado 10 puntos. Ejemplo:

Los rumores sobre ese profesor tienen todas las papeletas para ser verdad, sólo hay que ver cómo tiene la libido de alta. Se parece al tío de la novela de Nabokov.

Y, ya que estamos, el verde es porque es un color bien bonito. No sabía qué color darle al blog, en principio rosa, y por obra y gracia de la Musa (antes de nada, soy orgullosa ferviente seguidora de Zeus y demás dioses griegos, así que fanáticos religiosos, absteneos) es como se me ha presentado el color naranja, también de la bandera de Irlanda (país que amo profundamente), y el naranja no me gusta tanto como el verde.

Y así como entrada principal, me falta decir que no es uno de esos blogs de estúpidas entradas cursis, estúpidas entradas pseudo-auténticas (de estas de "Yo no soy como los demás", a lo que le dedicaré una, por cierto), no, es sólo de estúpidas entradas bitacóricas de mi vida. Y por cierto también, acostumbro a utilizar muchas P.D.s y a inventarme palabras (como buena discípula de Apolodoro y su καταταρταρωθέντας). Y, de nuevo, los que me conocen saben que AMO ponerles nombres largos a mis blogs (y el nombre SIEMPRE tiene que ser el de la URL). Y (polisíndeton aparte [y siempre escribo "aparte" junto]) suelo hacer constantes referencias a Dios pero por costumbre del lenguaje, porque la verdad es que no soy creyente. Y estoy jodidamente obsesionada con la ortografía y la puntuación, tanto que a veces es un problema. Y también los que me conocen saben (o deberían saber) que soy cutrísima con lo que viene a ser la "edición" de páginas webs, etc. El aspecto final suele ser aceptable, el problema es que es todo cartón por detrás. Os reto a comprobarlo.

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Suena: Rumadai, de Arsenium.
Estoy: Escribiendo esto y con intenciones de hacer deberes que se desvanecen poco a poco... (las intenciones, no los deberes).