Odio a muerte a las lolitas del tipo Nabokov. Aún no he terminado el libro. La de la cabecera no soy yo. Esto no es un cursi-blog, ni un diario, es mi liblog...

6 jul 2012

Born and Raised (Review-opinión)

Y aquí está mi tan prometido review-opinión de John Mayer (del disco, no de él como hombre, aunque también debería hacer uno). Espero que os guste y os anime a escucharlo.

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Born and Raised es el último álbum (hasta ahora) de John Mayer. Publicado el 22 de Mayo de este mismo año, había sido atrasada esta fecha debido al problema de salud de garganta del cantante (un granuloma en las cuerdas vocales), que, si bien fue tratado, obligándole a cancelar algunas actuaciones, ha vuelto a resurgir más fuerte, requiriendo una baja un tanto más exhaustiva. Es por ello que no se espera tour promocional, lo que no significa, no obstante, un parón en la carrera musical de John Mayer, puesto que ya (o próximamente) está manos a la obra con su siguiente trabajo.

El propio John premió a sus fieles seguidores (y stalkers) de Tumblr con la portada:


Es una portada notablemente distinta a las de sus anteriores aportaciones (recordemos que excepto en Continuum, él era el protagonista de todas ellas), lo que sin duda es indicio del gran cambio en su temática. El diseño es, probablemente, mayormente suyo, como nos enseñaba también algunos de sus "arrebatos artísticos" en la habitación del hotel:


También fue él mismo quien se encargó de difundir la lista de canciones oficial, de nuevo en Tumblr. Para saber las últimas sobre John Mayer, es el sitio adonde recurrir, después de que cerrara su cuenta en Twitter por los follones con Jennifer Anniston.

Antes de comenzar comentando las canciones, mencionar mi impresión general. Por su carácter melancólico y el evidente título, se ha relacionado el sentimiento del álbum a las desavenencias amorosas, bien con la más célebre de sus relaciones, Jennifer Anniston, quien hace poco declaró que el escuchar el primer single del álbum le trajo gratos recuerdos de su relación, o bien con su quizás último affair, Taylor Swift, con quien coincidió para la grabación del single Half of my heart de Battle studies, y a quien se le relaciona aun ahora debido a la canción de ella, Dear John. La poesía se caracteriza por presentar emociones, ideas, sentimientos, estar desvinculada de la realidad al no narrar una historia y, por ello, su no concreciónsino generalización y su posible identificación entre autor-lector. No todos los poetas, ni menos los escritores en general, han debido experimentar en su propia piel lo que describen en sus escritos, y los cantantes, que son una especie de poetas, tampoco. Por eso, y aunque lo fuera, doy por supuesto que la temática no es el amor fallido, o al menos, no esos dos (es lo que tiene ser fan despechada). Dicho esto, más bien me parece un disco de autoayuda, formato libro de autoayuda, y la sucesión de sus canciones vertebrales así lo sugieren (The age of worry, Born and Raised, Walt Grace, Whiskey, whiskey, whiskey y Born and raised (Reprise)). Autoayuda tanto para él como para los que lo escuchamos.

(Adjunto vídeos con las letras de las canciones).

1. Queen of California. Probablemente sea el siguiente single, o eso dijo John Mayer:


Por lo general, considero que es la típica primera canción que yo, personalmente, escucho lo justo, pero que luego paso sin pensármelo dos veces. Es ciertamente optimista, y en comparación con el resto de canciones, es de las mejores para empezar, y son de valorar las referencias a Neil Young y Joni Mitchell, así como esta línea: "I gotta believe there's another color waiting on me", en relación al Blue de Joni, color asociado a la tristeza.

2. The age of worry. Esta es la primera canción que he establecido como relevante en el proceso de autoayuda. Parece el típico primer capítulo que reza "Si la vida te da limones, haz limonada con ellos" (sacada de la película Love happens), que te insta a fortalecer tu más tierno núcleo antes de enfrentarte a la  dura adversidad ("Build your heart and army to deffend your innocence while you do everything wrong"), a no temer llegar a encontrarte cómodo con ciertas situaciones en apariencia "malas" ("Don't be scared to walk alone, don't be scared to like it"), a sonreír y rebelarnos en los momentos de preocupación ("Smile in the age of worry. Go wild in the age of worry") y, finalmente, mandarla a tomar viento fresco ("And say 'Worry, get out of here'"). La letra merece ser leída en su totalidad, sin duda, vamos a sentirnos plenamente identificados con ella. Destaco para acabar las líneas: "Know your fight is not with them, yours is with your time here".

3. Shadow days. El primer single de álbum. Quizás por haberlo sido, sea que tiene, al menos para mí, un cierto aspecto comercial, que induce a la compra, y ya no sólo en la música, sino en la letra que, estando en consonancia con el resto del tema que trata, vuelve a regirse por la convencionalidad que tanto aman los consumidores. Pero no estoy desmereciéndola ni mucho menos. Sin embargo, esa es la razón por la que no la incluyo dentro de las canciones clave, ya que es una canción que habla por sí sola, y que resume el proceso de principio a fin, es decir, desde los "días sombríos" hasta la recuperación, cosa a la que aún no se ha llegado.


A pesar de no tener tanta sustancia como las demás canciones, dice cosas tan interesantes como que los hay que han estado toda su vida errados creyendo lo contrario ("Did you know that you could be wrong and swear you're right? Some people been to do it all their lives"), que las duras circunstancias nublaron cierta parte de su buen temple ("I'm a good man with a good heart. Had a tough time, got a rough start") pero que, finalmente, éstas le ayudaron a ser ("Hard times let me be"), y que el presentarse emocionalmente desnudo frente al mundo, quizás nos reporte algún beneficio ("It sucks to be honest and it hurts to be real, but it's nice to make some love that I can finally feel").

4. Speak for me. Esta, al igual que la primera, es una de las canciones que tampoco me ha inspirado demasiado. De hecho, ni siquiera me queda muy claro el tono que tiene, aunque parece meramente informativa en cuanto a que vivimos en un mundo donde los destrozos son, amargamente, tema de celebración ("They're celebrating broken things, I don't want a world of broken things") y que, en referencia a su canción Stop this train ("No, I'm not a color blind. I know the world is black and white"), algo no va bien cuando no somos capaces de distinguir matices en lo que nos anima a seguir adelante, limitando nuestra visión a un extremo o el otro, la luz o la oscuridad ("You can tell that something isn't right when all your heroes are in black and white"). Y con todo: "what a drag to say at least I still have yesterday", interesante manera de verlo, ya que tendemos a refugiarnos en el pasado si el presente no va bien o aquél fue mejor que éste.


5. Something like Olivia. De nuevo, una canción que no me dice mucho, especialmente por el empleo de un nombre especifico, lo que termina de concretar la experiencia, acabando con lo que he mencionado antes acerca de la universalidad de la poesía. No obstante, no deja de ser cercana por su cotidianidad: cierta chica, ya comprometida, representativa de lo bueno que se puede encontrar entre lo convencional (en contraposición a la chica de la que habla en Comfortable, cabe destacar) ("Well, Olivia is taken but a look like hers can be found from time to time"), una chica que, a pesar de poderse confundir entre las otras, tiene algo especial que termina encantando, y que si ella misma acudiera, no habría problema en dejarla estar ("No, I'm not trying to steal no lover away from one else [...] but if Olivia herself were at my door, I have to say I'd let her in). O lo extraordinario no existe, o no hace falta que exista. Al final lo más ordinario puede ser incluso más atractivo del mundo, y hay que decir que cuanto más fijamente se mira algo, más detalles se ven en ello y más distinto resulta de lo demás. También decir que no sólo cambia nuestra visión, sino nosotros mismos, lo que contribuye a acentuar ese efecto.


6. Born and Raised. Y llegamos a la columna vertebral del álbum, al que le da nombre, así como la siguiente canción en el proceso de autoayuda. Sin embargo, su rasgo más destacable es la correlación que existe entre ésta y la última pista, y no sólo por el nombre, sino por el mensaje. Es la canción más densa en cuanto a contenido, y tiene un cierto tono de derrota, de pasos pesados alrededor del lugar en el que nos encontramos sin saber cómo hemos llegado a él ("Now and then I pace my place. I can't retrace how I got here"). Es doloroso ver cómo se nos ha enrarecido el semblante de un año para otro ("I cheat the light to check my face. It's slightly harder than last year"), porque todo se ha vuelto difícil a la vez. Pero uno de estos días, volverá a nacer y a crecer ("'Cause one of these days I'll be born and raised"), lo que considero la clave para relacionarla con la Reprise: los tiempos verbales. Aquí hablamos de un futuro que se antoja, si no muy lejano, sí incierto. Veremos qué es lo que cambia en la última canción. Mientras, sólo podemos seguir viendo que en la situación actual, los sueños también se han visto distorsionados, ya que no reflejan grandes ambiciones como antes ("I still have dreams, they're not the same. They don't fly as high as they used to"), pero de nuevo, llegará el día de renacer, porque aún queda tiempo, fe y lo más importante: apoyos, en este caso, familia, aunque no esté todo lo unida que necesita ("I still got time, I still got faith. I call on both of my brothers. I got a mom, I got a dad, but they do not have each other"). Así, lo único que hay que hacer para acabar con los Shadow days es asentarnos en nuestro lugar, plantarle cara a la nueva mañana y estar preparado, porque todo volverá a la normalidad sin avisar ("So line on up and take your place, and show your face to the morning. 'Cause one of these days you'll be born and raised, and it all comes on without warning").


7. If I ever get around to living. Pues va a parecer que no me gusta el disco en general, pero esta es de las más simples también. Tanto la letra como la música crean la atmósfera de un sueño, es decir, con ese regusto de estatismo entre la realidad y la fantasía, objetivo conseguido, ya que la idea general gira en torno a ese tipo de dilema: sueño, deseo, imaginación... pudiéndose dividir en dos: la visión utópica y la realista. En la primera se habla de que, si se atreviera a vivir ("If I ever get around to living..."), sería tal y como soñó ("it's gonna be just like I dreamed"), libre en el más amplio sentido de la palabra: liberado de pertenecencias, del amor recibido, tan sólo viviendo, sin distinguir día de noche ni noche de día ("I'll take the end of every day, tie it up to every morning and sail away"). La parte divertida de la canción llega entonces, cuando se plantea la posibilidad de que, a su ya avanzada edad, sea todo un sueño de adolescente ("Maybe it's all a dream I'm having at seventeen), y empieza la segunda parte, la realista: chico, ¿cuándo vas a madurar? Insistes en esconderte, trabajar todo el tiempo por mejorar lo que tienes y en perder el tiempo buscando una señal que no será lo que quieres que sea. Más te vale madurar.


8. Love is a verb. A primera escucha, me pareció una canción bastante tonta, pero lo cierto es que está ingeniosamente elaborada. Aprovecha el juego de palabras al que da lugar "love", que en inglés se utiliza tanto para el verbo como para el sustantivo, por lo que en la canción toca aclarar que el "amor" como sentimiento se refiere al sustantivo y no al verbo. Que el amor no es un objeto material ("It's not something you hold"), ni algo que exista si todo el mundo está enterado de ello ("It's not something you scream"), sino que es pura acción que no necesita traducción ("When you show me love, I don't need your words"). Tampoco es una muleta que sólo se utilice en momentos de debilidad ("Love ain't a crutch"), ni una droga, a pesar de lo que digan ("Love ain't a drug despite what you've heard) y, desde luego, no puede sustentarse en "pagarés" ("No, you can't get through love on just a pile of IOUs"), por eso, es necesario demostrar que "Yeah, love ain't a thing. Love is a verb".


9. Walt Grace's submarine test, January 1967. Para el propio cantante, esta canción supone un doloroso proceso que "casi lo llevó al manicomio" (esperamos que metafóricamente). El primer trabajo narrativo de John Mayer, es el perfecto ejemplo de lo que el resto del álbum denuncia: el caso de un hombre destrozado por su rutinaria vida ("Walt Grace, desperately hating his old place"), en la que ni la fantasía ni los deseos tienen cabida; ni su propia familia ni sus amigos creen en él ("His wife told his kids he was crazy; his friends said he'd fail if he tried"), y fruto de ese descontento que le produce su anodina existencia, decide construir él mismo un submarino de una sola plaza, para escapar de ella. Llama la atención que se vaya solo, lo que nos da a entender que no ha sido dado el amor suficiente como para querer preservarlo, y es que, cuando la vida ya te ha vapuleado cuanto ha querido en el primer turno, el siguiente es totalmente tuyo ("'Cause when you're done with this world, you know the next is up to you"). El caso es que se decidió a enfrentarse a las dificultades ("That morning, the sea was mad and I mean it. Waves as big as he'd seen it") y halló paz ("And for once in his life it was quiet"). Para quien lo quiera, puede tomarla al pie de la letra, aunque no es aconsejable (a menos que sea un ingeniero de la armada americana retirado). Walt Grace cambió su situación, según la canción, con éxito ("The operator connected the call from Tokyo"; "Now his friends bring him up when they're drinking at the bar with his name on the side [momento de apoteosis musical]), pero, ¿es ese éxito una victoria, o una derrota? Es, probablemente, una derrota frente al mundo y una victoria frente a uno mismo que, en última instancia, es lo que más debería contar. No importa lo que piensen los demás o lo difícil que sea, sólo "what it would take to survive". Aunque, no todos son capaces de vivir esa filosofía de vida, y terminan sucumbiendo al peso de la vida, como podría ser este el caso.


10. Whiskey, whiskey, whiskey. Aquí encontramos el último escalón hacia la recuperación: el paraíso artificial de la bebida, tan tópico consuelo, en fin, efectivo. En aquella ciudad de desenfreno que es Nueva York, es donde busca aquel hombre que nunca consiguió ser ("I'm trying to find the man I never got to be") debido a toda una vida de cobardía que dificultó todo ("I found the whole thing so much harder than it seemed"). Aun así, reconoce que fue culpa de nadie más que de él mismo ("The words were mine, I'm not complaining"). Por ahora, el estado es de alcohol, agua, dormir y repetir, pero se muestra algo optimista alegando que es tan sólo una mala racha que pasará porque quizás dispone de los medios ("It's just a phase, it's not forever, it's just a phase, but I still might have a ways to go"). Momento destacable el de volver solo (más que un perro) a casa, susurrando bajo la fuerte respiración que provoca la embriaguez, retando al mundo porque "aún no ha visto nada. Genial, ahora llueve" ("Walking home with no one left, speaking softly underneath my breath: "Hey world, you ain't seen nothing yet. Great, now it's raining"), y también el de, entre whiskey, agua, sueño tormentoso y más whiskey, soñar que alguien te echa de menos ("Dreamed somebody missed me). Sí, probablemente tener a alguien al otro lado de la cuerda es un buen motivo para salir del bache.


11. A face to call home. Esta canción, la que parece haberse convertido en mi favorita por su perfección lingüística y temática, se aleja del estereotipo de autoayuda que he elegido para comentar el álbum, y es que no podía faltarle un rinconcito amoroso a John Mayer. Aquí encontramos estrofas tan sublimes como esta: "I am an architect of days that haven't happened yet. I can't believe a month it's all spent", o, el colmo de los románticos, lo que debería ir impreso en toda felicitación de San Valentín de ahora en adelante: "You know my paper heart, the one I fill with pencil marks, I think I might have gone and inked you in". Es algo realmente difícil, saber que has dado con la persona perfecta que se merece ser grabada a fuego en lugar de sugerida con vaga luz, pero nunca es tarde para dar con ella (como tampoco lo es para arrepentirte totalmente) y dejarte mecer por la melodía de su corazón ("You got me swaying right along to the song in your heart"). También destacar el dulcísimo coro femenino que se escucha en la frase que da título a la canción, y la reflexión que tanto tememos a la hora de amar: parecerle al ser amado un lastre maniático, tal y como nos vemos a nosotros mismos, pero a menudo tenemos la suerte de contar con su buena fe ("You never look at me like I'm a liability. I bet you think I've never been at all"). Es una preciosísima canción.


12. Born and Raised (Reprise). Y llegamos al final (oficial) del álbum y de nuestro recorrido hacia la el bienestar, como no podía ser de otra manera, ya no sólo por lógica, sino por motivos comerciales. Nadie se atreve a acabar un disco dejando sensación de pesadumbre. En ella, hemos salido de la amargura con éxito, y eso se demuestra en el empleo de la misma estructura de la sexta canción pero esta vez, con el verbo en presente (es la correlación de la que hablaba anteriormente): "It's good to say now I'm born and raised", y también hay una cierta unión entre las líneas de "In half a time, I'll be twice my age. Better learn how to turn the page" y las que encontramos al final de Born and Raised sobre el retorno a la vida normal sin previo aviso. El tiempo pasa siempre de la misma manera, pero a nuestro juicio, éste se precipita de manera inevitable conforme nos hacemos mayores. Siempre hay tiempo de rectificar, de redimirse, pero no para arreglar las cosas y aprovechar lo que queda por venir, así que es sólo cuestión de echar cabeza e intentar ser conscientes de esa idea, pero sin mucho calentársela, ya que eso nos impedirá ser felices, simplemente, y, aunque la echemos, habrá momentos en que la perdamos por completo sin poder evitarlo.


13. Fool to love you. Esta pequeña cancioncita, sólo accesible desde la compra del disco completo por iTunes (o descargas ilegales, para qué vamos a engañarnos), trata de un amor ciertamente desesperado pero con un tono divertido, de modo que no es triste. "Hace falta un tonto para quererte, y yo soy ese tonto", básicamente (entiéndase "tonto" con ese matiz de inocencia algo aniñada, teniendo en cuenta que la palabra utilizada en inglés, "fool", también sirve para la expresión "tomar el pelo"). Recoge la tan famosa cita de "si me engañas una vez, será tu culpa; si me engañas dos, la culpa será mía" ("Fool me once, it's shame on you; fool me twice, it's shame on me"), pero en la ceguera del amor, ¿qué más da lo que te haga, siempre y cuando sea esa persona la que lo haga? ("But fool me, baby, for the rest of my life, and I'll be happy, happy as a broken man can be").


Y hasta aquí. He de reconocer que no me gustó demasiado cuando lo escuché las primeras veces, pero fue más bien por el rechazo al cambio que había dado John Mayer en su estilo. No obstante, se aprecia que, en profundida, está lleno de poesía y enseñanzas, y eso en profundidad. Sin entrar en detalles, resumir su contenido en que la vida está compuesta por cosas buenas y otras no tanto; que si las buenas, por desgracia, pasan, las malas también, utilicemos algún que otro método o no (el alcohol, el amor, o la "simple" fuerza de voluntad). Musicalmente, destacar su sabor country, que llamará la atención de sus amantes (especialmente si proceden de Taylor Swift, que es muy de su rollo por mucho que me repatee), y lamentar las condiciones en que se ha desarrollado, es una pena no poder escuchar muchos de estos temas en vivo, pero seguramente llegará el día.


P.D.: El día 7 me tenéis con entrada temática de John Mayer de nuevo. Motivo de fuerza mayor.


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Suena: Nada.
Estoy: Cansada. Han sido varias semanas para esto.
Sentencia: "En esta vida, hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra", de Eugenio Trías, filósofo español, y no podría estar más de acuerdo con él.